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Resolver la oxidación

Ossidazione

Aumentar la shelf-life del vino es un deseo generalizado. Esto se obtiene con la optimización de la vinificación y de las fases de embotellamiento y pre-embotellamiento.

La presencia de algunos metales catalizadores de las oxidaciones (como el aluminio) y de específicas reacciones químicas degradantes hacen importantes y evidentes el degrado organoléptico, es decir gusto y sabor a vino viejo, pérdida de tipicidad, etc. Para que este defecto no se manifieste, normalmente, se busca de evitar el contacto vino-aire durante el embotellamiento.

Para tener una presencia de dióxido de azufre libre siempre definido y constante en el tiempo, en 1995, el Laboratorio Polo desarrolló un método específico para calcular la cantidad exacta de dióxido de azufre que se debe añadir, para mantener constante la correcta cantidad de sulfurosa libre.

A esto se añade el descubrimiento de algunos extractos vegetales, los cuales aportan antioxidantes no pro-oxidantes, que logran dar larga vida al vino (Eximia); el uso durante la vinificación de Probios y Lysopol resuelve en un 80% de los casos el problema. En los casos más difíciles, combinar el uso con los Super taninos Eximia, Telim, Ager, Ebriant y Green rH.

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